lunes, 25 de mayo de 2015

Apuntes poselectorales



A pesar de haberlo intentado con múltiples disfraces, Monago no ha conseguido dar el pego y aparecer como si no tuviese nada que ver con Rajoy. Los extremeños han castigado a ambos; a Rajoy por sus recortes, sus reformas, los rescates bancarios, etc.; a Monago por su complicidad con Rajoy, por su política errática, por sus extravagancias, por sus mentiras. A diferencia de lo que ocurrió a Guillermo Fernández Vara en 2011, cuando recibió bofetadas dirigidas a ZP, a Monago le han dado en los dos lados de la cara; en uno por Rajoy, en el otro por si mismo. El resultado, inapelable: Monago sale del Gobierno, el PP pierde claramente las elecciones autonómicas y municipales, pierde igualmente municipios importantes (Mérida, Don Benito, Zafra, Navalmoral de la Mata…), la Diputación de Cáceres, y la mayoría absoluta en Badajoz y Cáceres, donde gobernará con dificultades. Solo en Plasencia, -donde Fernando Pizarro se afianza como valor en alza-, y en Almendralejo, el PP salva los muebles.

Guillermo Fernández Vara, tras pasar la dura travesía del desierto, ha conseguido un gran triunfo personal y político, al recuperar la presidencia de la Junta de Extremadura (adiós Gobex, adiós) y llevar al PSOE a volver a ser, con diferencia, la primera fuerza autonómica y municipal. Su humildad frente a la prepotencia y altanería de Monago; la perseverancia en su idea de la política como instrumento de cambio social y de solución a los problemas de los mas necesitados; su coherencia, lealtad y compromiso con las siglas del PSOE y con sus dirigentes actuales y pasados; su apuesta decidida por el relevo generacional en su partido,  han dado moral a los militantes socialistas que, liberados de complejos, han conseguido un importante triunfo en las elecciones municipales y autonómicas.

Los resultados de Podemos han confirmado lo que quienes conocemos algo esta región habíamos avanzado: Que su falta de presencia, organizativa y política, en el mundo rural iba a propiciar que las expectativas que arrojaban las encuestas no se cumplieran. Para conseguir el voto en nuestros pueblos es necesario tener presencia en los mismos; no bastan ni la televisión ni las redes sociales para que los ciudadanos, que suelen llevar los sobres de votación ya preparados desde sus casas, den su voto a quienes apenas aportan algo mas que su marca y líderes nacionales. En 1.982/83, el PSOE, además de con Felipe González, contaba con presencia  militante en todos los pueblos extremeños, cuyos ciudadanos conocían a quienes estaban al frente de todas las luchas laborales y sociales que se desarrollaban en Extremadura y, por ello, les votaban. A Podemos le queda un largo camino por recorrer si quiere convertirse en una alternativa real de gobierno en Extremadura. En este camino, además de organizarse, tendrán que “retratarse” en los próximos meses, a la hora de decidir que hacen en aquellos lugares en los que su contribución sea fundamental para logra mayorías de progreso. Andalucía es su primera cita.

Ciudadanos tiene aun mas difícil su progreso en Extremadura, donde los resultados obtenidos han evidenciado que presentar candidaturas con resabiados del PP es pan para hoy y hambre para mañana.

Finalmente, los resultados de IU confirman su error estratégico, al permitir cuatro años de gobierno de Monago, así como la inconsistencia de sus “líderes”, que prefirieron en 2001 anteponer intereses personales y pasar factura al PSOE por desencuentros históricos, antes que apostar por un gobierno de progreso.  En cualquier caso, el problema de IU va mas allá de la calamitosa gestión de Nogales y Escobar en Extremadura. Posiblemente, lo que estas elecciones han puesto de manifiesto es que en el panorama político español y extremeño no hay sitio para IU.

Los resultados electorales abren una etapa nueva en la que nada será igual; en la que la vieja política cada vez tendrá menos sitio; en la que quienes quieran sobrevivir tendrán que demostrar que, de verdad, anteponen los intereses de los ciudadanos, especialmente de los mas necesitados y vulnerables, a los intereses partidistas. Los próximos meses servirán para vislumbrar si esto es factible.


sábado, 23 de mayo de 2015

Pronostico electoral

Como no tengo que reflexionar sobre mis votos (he votado por correo), puedo dedicar una rato del día de reflexión a reflexionar sobre los resultados. O, mejor, a hacer un pronóstico.
Creo que Podemos y Ciudadanos van a entrar en la Asamblea de Extremadura pero no con los 8 y 4 diputados que les daba el CIS en su último barómetro.  El mundo rural, donde apenas tienen presencia, les va a votar menos que el mundo urbano y, en consecuencia, no van a sumar muchos votos "extremeños" a los que aportan las "marcas" y líderes nacionales. 5/6 para Podemos y 2/3 para Ciudadanos es mi pronostico.
Creo igualmente que IU no llegará al 5% y, en consecuencia, saldrán de la Asamblea de Extremadura. Por si no hubiesen hecho suficientes méritos para ellos Pedro Escobar y Alejandro Nogales, la laminación de las organizaciones en Badajoz y Caceres, será, en mi opinión, la puntilla.
Quedan PP y PSOE. Creo y espero que el buen animo, la euforia en algunos casos, de los militantes socialistas, puesto de manifiesto con el "entradon" de la plaza de toros de Caceres, es consecuencia de que palpan en el ambiente que los electores no volverán a castigarles por los pecados de ZP y, en consecuencia, recuperarán parte de la confianza perdida en 2011. Si es así, si el barómetro les ha funcionado correctamente, Guillermo Fernández Vara volverá a presidir la Junta de Extremadura si, como creo, su talante le permite alcanzar los necesarios acuerdos con los nuevos partidos.
En su intento de que no le den en su cara las tortas dirigidas a Rajoy, Monago, además de cambiar de "partido", ha hecho una campaña estrafalaria, cuando no ridícula, por la que seguramente le pasaran factura quienes hoy le alaban si, como predijo el CIS, pierde la mayoría relativa y, con ella, las posibilidades de formar gobierno. 29/28 para el PSOE y 27/26 para el PP es mi pronostico ( o quizás sea mi deseo ). Veremos.

miércoles, 6 de mayo de 2015

EL PROGRAMA ES EL CAMBIO

Podemos tiene programa. En contra de lo que dicen sus rivales políticos y muchos analista, Podemos tiene un programa, claro, nítido, potente; se trata del Cambio. El Cambio, para Podemos, consiste en sacar  del poder a los de siempre (la casta, los de arriba, en acepciones anteriores), para que ocupen su lugar los ciudadanos, los desfavorecidos, los de abajo, a los que Podemos quiere representar, después de convertirse en su voz. Los de siempre son los que han masacrado a los ciudadanos con recortes, con el deterioro de los servicios públicos y de la dependencia; con rescates bancarios, los que han permitido los desahucios, los que han favorecido a los de arriba; en definitiva, los que han dilapidado el capital social que, con su esfuerzo y sacrificio, consiguieron las generaciones que vivieron y protagonizaron la Transición.

Oyendo hoy en Badajoz a Iñigo Errejón, uno tenía la sensación de estar escuchando a Felipe González, a Alfonso Guerra o a cualquiera de los dirigentes socialistas que, en 1.982, con el mismo programa electoral: Por el Cambio, llevaron al PSOE al Gobierno de la Nación. Cuando en una celebre entrevista el periodista José Oneto preguntó a Felipe González en que consistía el cambio, Felipe contestó: “El Cambio es que España funcione”.  Claro que había programa, propuestas, medidas, pero no fueron estas las que dieron el histórico triunfo al PSOE; fue las ansias de cambio; la necesidad de pasar página las que propiciaron el cambio.

Sin embargo, en mi opinión, aquí terminan las coincidencias. En 1.982, el PSOE tenía presencia organizada en todo el país; tenía alcaldes en multitud de pueblos y ciudades; tenía una estrecha colaboración con la UGT, con quién lideraba conflictos sociales y laborales; tenia, en definitiva, el vehículo con el que llevar el mensaje a todos los rincones de España. Lo llevó; los ciudadanos lo entendieron y lo apoyaron.

Por el contrario, Podemos no tiene presencia organizada en la mayor parte del país, sobre todo fuera de las principales ciudades; Podemos solo tiene cinco europarlamentarios cuya actividad apenas nadie conoce; no tiene ni alcaldes ni concejales; no tiene presencia destacada en conflictos laborales y en los sociales (desahucios principalmente) comparte protagonismo con otros actores. En definitiva, carece del vehículo que utilizó el PSOE para llevar su mensaje de cambio a los ciudadanos. Tiene eso si, presencia importante en las Redes Sociales, pero está por ver la influencia de las mismas mas allá de los círculos, y los medios están claramente soplando en contra. Esta carencia a la hora de transmitir su mensaje, la ha puesto claramente de manifiesto Iñigo Errejón en Badajoz, cuando ha demandado de los 300 militantes/simpatizantes que le han aclamado durante su intervención, que hagan campaña activa, llevando a sus respectivos entornos el mensaje del Cambio.
Y por si fuera poco, antes de las elecciones generales del otoño, en las que intentarán liderar el Cambio, van a tener que retratarse, como lo están haciendo ya en Andalucía, con su presencia en los parlamentos autonómicos y, sobre todo, con la actitud que mantengan a la hora de propiciar o permitir la formación de gobiernos autonómicos.


Por cierto, el Programa de Podemos es para las elecciones generales del otoño; para las autonómicas, al menos en Extremadura, no tienen. Su líder regional y candidato a presidir la Junta de Extremadura, Álvaro Jaén, se ha limitado a esbozar un Plan de Rescate Ciudadano, con tres pilares: Renta básica; Vivienda y Dependencia. En unos días, según ha manifestado, conoceremos el programa con el que pretenderán sumar votos a los que desde Madrid aporte Pablo Iglesias. Mi opinión es que, dada su escasa implantación en el medio rural y su aún igualmente escaso conocimiento de la realidad extremeña, pocos votos podrá sumar a los que aporten la organización y sus lideres nacionales.

lunes, 8 de septiembre de 2014

EL OJO INVERSIONISTA DE MONAGO

El Presidente Monago está demostrando que tiene buen ojo para rentabilizar las inversiones o, al menos, que tiene un buen asesor financiero que le indica donde poner dinero con rápido retorno y alta rentabilidad. 
Lo hizo con la fiesta de los Palomos 2014 en Badajoz, financiando a los organizadores, la Fundación Triangulo, con 95.000€. El beneficio fue inmediato: Fotos con sus satisfechos responsables; loores y parabienes del colectivo de LGTB; premios y distinciones, etc. Nuestro Barón Rojo, que cree en las ideas mas que en las ideologías, dejó fuera de juego a los suyos pero sacó buen rédito  asesor que le indica donde pone  que en las ideolog los organizadoresl menos, que tiene un buen asesor que le indica donde ponemediático y, seguramente, político.
Después fueron los artistas, ese colectivo que parecía que solo apoyaba al de la ceja y criticaba al Gobierno del PP en la fiesta de los Goyas, y que ahora se ha rendido ante quien dice rebajar el IVA cultural y los premia en la Gala de los Ceres. Una inversión de algo mas de 600.000€ bien rentabilizada por quien se ha convertido en “referencia cultural” en España. (Loquillo dixit).
Por bastante menos dinero, 121.000€ exactamente, IVA incluido, Monago ha conseguido que Extremoduro promocione los productos ecológicos extremeños en sus conciertos. De propina, nuestro inversor presidente se ha hecho una foto de alto valor; nada menos que colgando una medalla, la Medalla de Extremadura, en el cuello del irreductible Robe Iniesta, líder de nuestros embajadores ecológicos.

Lo dicho, tenemos un Presidente que, cuando deje de serlo, podrá ganarse la vida como inversionista, dada la visión que ha demostrado para invertir dinero con alto rendimiento.  Lastima que el “master” que ha realizado en estos últimos meses lo haya financiado con nuestro dinero.

jueves, 5 de junio de 2014

Un Rey legítimo

La Constitución Española establece que la forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria; determina que la Corona de España es hereditaria en los sucesores de S.M. Don Juan Carlos de Borbón; y da preferencia en la sucesión al hijo varón del Rey. Por tanto, el ascenso de Felipe de Borbón a la Jefatura del Estado español es acorde con la Constitución. Felipe VI será un Rey legítimo.
Tan legitimo como lo es proponer una modificación de la Constitución de 1.978, o una nueva Constitución, para lo cual solo es necesario seguir el procedimiento establecido en el Título X de la vigente, el cual exige un referéndum para la ratificación de la modificación cuando esta tenga un determinado alcance o lo solicite una parte de las Cortes Generales.
Tan legítimo como exigir en la calle a los partidos políticos, al Gobierno, que promuevan un referéndum consultivo, al amparo del artículo 92 de la Constitución, para que los ciudadanos españoles se pronuncien sobre la forma política que consideran más adecuada para el Estado español en los momentos actuales: Monarquía, República , Estado Federal, etc.
Visto lo visto, está claro que los principales partidos que suscribieron el pacto político y constitucional que sirvió de soporte a la Transición, PSOE y PP, no consideran ni necesario, ni oportuno afrontar un proceso que no saben a dónde conduciría. Se impone en ellos la prudencia que aconsejó, en 1.978, impulsar un camino pausado y, en teoría, seguro, al contar con el beneplácito tanto de las fuerzas democráticas como de los poderes fácticos que en aquellas fechas intentaban administrar el legado franquista.
Pero también, visto lo visto en los últimos días, no es aventurado pensar que más antes que después, más pronto que tarde, se abrirá paso la idea de que el agotamiento de la primera Transición y, sobre todo, la grave crisis institucional, política y económica que asola a España obliga a abordar un proceso en el que, entre todos, definamos que queremos que sea nuestro país en pleno siglo XXI.
En mi opinión, es llegado el momento de abordar una profunda reforma constitucional, que refuerce los principios inspiradores del Estado social y democrático de Derecho que nos dimos en 1.978, incorporando a los de libertad, justicia, igualdad y pluralismo político, otros como el de la participación, transparencia, o laicidad; una reforma que recupere para los ciudadanos la soberanía perdida a favor de los mercados con la modificación nocturna y alevosa del artículo 135, establezca líneas rojas infranqueables en defensa del estado de bienestar y blinde los servicios públicos esenciales; una reforma que aborde una nueva configuración federal del Estado en la que tengan cabida la solidaridad y las legitimas aspiraciones de los ciudadanos catalanes, vascos o murcianos; una reforma que, - tras oír la voz de los ciudadanos en un referéndum consultivo-, establezca si la forma política del Estado español sigue siendo una Monarquía parlamentaria o pasa a ser una República democrática.
Ojalá, en los primeros años del reinado del legítimo Felipe VI, seamos capaces de abordar ese proceso que requiere mucha altura de miras, pero que es imprescindible si queremos abortar la deriva de un país que se desangra social, económica y políticamente. Especialmente creo que esa altura de miras debe estar presente en quienes protagonizaron políticamente la primera Transición que, -además de elogiarle hasta el baboseo en algunos casos-, podían seguir el camino trazado por Juan Carlos I con su abdicación, dando paso con ello a las nuevas generaciones de españoles y españolas, tan preparados o más que el heredero para asumir el protagonismo que reclaman y que les corresponde. Si no lo hacemos, si no lo promueven los principales partidos políticos, es previsible que los ciudadanos protagonicen nuevas mareas que se lleven por delante los restos del naufragio de la primera Transición; mejor para todos que con el reinado de Felipe VI se inicie una nueva Transición que, ahora sí, rompa con los vestigios del antiguo régimen.

Mi opción está clara: Larga vida al ciudadano Felipe de Borbón, corta vida al Rey Felipe VI.

lunes, 26 de mayo de 2014

PSOE: Renovarse o seguir muriendo

Tras los catastróficos resultados obtenidos en las elecciones europeas por el PSOE, nadie en dicho partido dudará de la necesidad de abordar una renovación profunda que intente evitar que el centenario partido siga el camino que ha llevado al PASOK griego a la desaparición.
Tengo dudas sin embargo de que todos los dirigentes socialistas entiendan que la renovación debe ir bastante más allá del cambio de dirección y de rostros electorales, llegando a una clara redefinición del proyecto político y, con él, a un giro hacia la izquierda.
Indudablemente, la renovación de personas es imprescindible, urgente, imperiosa. Es llegado el momento de jubilar definitivamente a quienes acompañaron a Felipe Gonzalez en la década de los 80, y convirtieron al PSOE en el eje vertebrador de una nueva España, más moderna, más justa y más igualitaria. Es hora de hacer descender del autobús a quienes son un lastre en la parte trasera del mismo y, con sus movimientos, ponen en peligro la estabilidad del vehículo. Es necesario que los Chaves, Griñán, Ibarra, y un largo etc. en cada Comunidad Autónoma, entiendan que su tiempo pasó y que es hora de que disfruten de un merecido retiro.
Pero esta renovación en las personas, -que debe dar lugar inmediatamente a una nueva dirección del partido-, es condición imprescindible pero no suficiente. Si el PSOE aspira a seguir siendo un partido de gobierno en España, influyente en Europa, debe abordar otras importantes renovaciones.
La principal, ideológica. En los últimos años el PSOE ha dejado de ser referente para parte importante del electorado de centro izquierda español, al hacer suyos los principios económicos que han llevado a Europa a la situación actual. Recuperar las señas de identidad de la socialdemocracia europea: Crecimiento económico; redistribución de las rentas; fiscalidad progresiva que ponga el acento en los impuestos directos y no en los indirectos; incremento del gasto social, etc., es condición sine qua non para recuperar la confianza de millones de trabajadores españoles que han visto como el PSOE les abandonaba a su suerte, avalando cuando no impulsando políticas económicas y laborales que les han dejado a los pies de los caballos neoliberales que campan a sus anchas por Europa tras arrasar el Pacto Social que hizo a Europa un continente modélico con su Estado de Bienestar Social ahora desmantelado.
Este giro ideológico es necesario si el PSOE quiere tener posibilidades de atraer de nuevo a esa parte importante de la clase trabajadora que se refugia en la abstención o deposita su confianza en viejas y nuevas organizaciones de la izquierda. Las elecciones europeas, en España, la ha ganado la izquierda por número de votos y de diputados, pero esa mayoría no gobernará en España si no se produce la convergencia entre las fuerzas que la representan, y esa convergencia no será posible mientras el PSOE piense que puede volver a gobernar arrebatando los votos más moderados al PP.
Por supuesto además de estas importantes renovaciones de personas y de modelo, hacen falta más cosas: Apostar de verdad por la transparencia y la democracia participativa; integrarse de nuevo en la sociedad; recuperar la calle al lado de quienes luchan por sus derechos y contra las injusticias….
Y recuperar Cataluña. Los grandes triunfos del PSOE han pasado siempre por ganar elecciones en Andalucía y Cataluña. Mientras Andalucía resiste “roja”, en Cataluña el PSOE, rendido al PSC, no llega al 15% de los votos, como consecuencia de la desafección de su electorado no nacionalista que abandona un escenario político en el que no se cuenta con él. Y aquí, nuevamente, el PSOE tiene que ser radical: Romper con el PSC, recuperar sus siglas y señas de identidad y apostar claramente por un modelo federal en el que el Partido Socialista debería ser el garante de la igualdad y solidaridad entre los distintos pueblos de España.

martes, 6 de mayo de 2014

El humo de Monago

Monago vende humo, pero lo vende bien. Hoy, en el Discurso sobre el Estado de la Región, ha vendido mucho utilizando como combustible para generarlo los fondos que desde la Unión Europea vendrán a Extremadura en el periodo 2014-2020; fondos que puede que él no gestione, pero que hoy le han permitido anunciar una larga retahíla de propuestas y medidas para el medio y el largo plazo.
Ejemplo del humo que vende, lo de “La Tierra para el que la trabaja”. Solemnemente ha anunciado que “vamos a ser la primera región de la historia de España que devuelva a su pueblo todas las tierras propiedad del Gobierno”, para después anunciar la creación de un Banco de Tierra que formará con más de 4000 huertos. Es decir, la “Reforma Agraria” del Barón Rojo Popular consistirá en hacer emprendedores agroecológicos de Extremadura, o sea, empresarios modernos, a los hortelanos, en gran medida jubilados que cultivan los huertos propiedad de muchos ayuntamientos de la región, quienes, según el plan, en una primera fase abastecerán a locales de restauración de sus respectivas zonas y en una segunda fase transformarán esas producciones ecológicas, (supongo, aunque no lo ha dicho Monago), para abastecer ese mundo mundial que estamos conquistando comercialmente.
Como ejemplo de esa hábil utilización de humo a partir de unos fondos aun en fase de planificación, el Agrotech, (nueva palabreja con la que se refiere a la innovación en el medio rural, y que pretende sea un Plan Director de Política Económica inspirado en Dinamarca, en la provincia italiana der Parma y en el Estado de Israel nada menos), o el Sistema de Garantía para Mayores de 45 años.
En los anuncios sobre política fiscal aparece de nuevo el Monago comercial bien asesorado, que anuncia importantes rebajas de tasas o impuestos que él mismo creó, de la misma forma que aparece el dadivoso presidente que concede incrementos de ayudas previamente eliminadas o promete recuperaciones salariales a funcionarios a los que previamente devaluó salarialmente.
En definitiva, un discurso no del Estado de la Región sino preñado de promesas electorales a un año vista de las elecciones y sobre las que por tanto no hay garantía alguna de realización. 
Humo sí, pero bien vendido.