Podemos tiene programa. En contra de lo que dicen sus rivales
políticos y muchos analista, Podemos tiene un programa, claro, nítido, potente;
se trata del Cambio. El Cambio, para Podemos, consiste en sacar del poder a los de siempre (la casta, los de
arriba, en acepciones anteriores), para que ocupen su lugar los ciudadanos, los
desfavorecidos, los de abajo, a los que Podemos quiere representar, después de
convertirse en su voz. Los de siempre son los que han masacrado a los ciudadanos
con recortes, con el deterioro de los servicios públicos y de la dependencia;
con rescates bancarios, los que han permitido los desahucios, los que han
favorecido a los de arriba; en definitiva, los que han dilapidado el capital
social que, con su esfuerzo y sacrificio, consiguieron las generaciones que
vivieron y protagonizaron la Transición.
Oyendo hoy en Badajoz a Iñigo Errejón, uno tenía la sensación de
estar escuchando a Felipe González, a Alfonso Guerra o a cualquiera de los
dirigentes socialistas que, en 1.982, con el mismo programa electoral: Por el
Cambio, llevaron al PSOE al Gobierno de la Nación. Cuando en una celebre
entrevista el periodista José Oneto preguntó a Felipe González en que consistía
el cambio, Felipe contestó: “El Cambio es que España funcione”. Claro que había programa, propuestas,
medidas, pero no fueron estas las que dieron el histórico triunfo al PSOE; fue
las ansias de cambio; la necesidad de pasar página las que propiciaron el cambio.
Sin embargo, en mi opinión, aquí terminan las coincidencias. En
1.982, el PSOE tenía presencia organizada en todo el país; tenía alcaldes en
multitud de pueblos y ciudades; tenía una estrecha colaboración con la UGT, con
quién lideraba conflictos sociales y laborales; tenia, en definitiva, el
vehículo con el que llevar el mensaje a todos los rincones de España. Lo llevó;
los ciudadanos lo entendieron y lo apoyaron.
Por el contrario, Podemos no tiene presencia organizada en la
mayor parte del país, sobre todo fuera de las principales ciudades; Podemos
solo tiene cinco europarlamentarios cuya actividad apenas nadie conoce; no
tiene ni alcaldes ni concejales; no tiene presencia destacada en conflictos
laborales y en los sociales (desahucios principalmente) comparte protagonismo
con otros actores. En definitiva, carece del vehículo que utilizó el PSOE para
llevar su mensaje de cambio a los ciudadanos. Tiene eso si, presencia
importante en las Redes Sociales, pero está por ver la influencia de las mismas
mas allá de los círculos, y los medios están claramente soplando en contra.
Esta carencia a la hora de transmitir su mensaje, la ha puesto claramente de
manifiesto Iñigo Errejón en Badajoz, cuando ha demandado de los 300
militantes/simpatizantes que le han aclamado durante su intervención, que hagan
campaña activa, llevando a sus respectivos entornos el mensaje del Cambio.
Y por si fuera poco, antes de las elecciones generales del otoño,
en las que intentarán liderar el Cambio, van a tener que retratarse, como lo
están haciendo ya en Andalucía, con su presencia en los parlamentos autonómicos
y, sobre todo, con la actitud que mantengan a la hora de propiciar o permitir
la formación de gobiernos autonómicos.
Por cierto, el Programa de Podemos es para las elecciones
generales del otoño; para las autonómicas, al menos en Extremadura, no tienen.
Su líder regional y candidato a presidir la Junta de Extremadura, Álvaro Jaén,
se ha limitado a esbozar un Plan de Rescate Ciudadano, con tres pilares: Renta
básica; Vivienda y Dependencia. En unos días, según ha manifestado, conoceremos
el programa con el que pretenderán sumar votos a los que desde Madrid aporte
Pablo Iglesias. Mi opinión es que, dada su escasa implantación en el medio
rural y su aún igualmente escaso conocimiento de la realidad extremeña, pocos
votos podrá sumar a los que aporten la organización y sus lideres nacionales.
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