martes, 11 de noviembre de 2008

Sara

Sara, mi hija Sara, nuestra Saruqui, está embarazada. No por deseado/esperado, la sorpresa ha sido menor. Conociendo el espíritu planificador de Víctor, pensábamos que la casa que restauran en el casco, viejo más que antiguo, de Badajoz era su prioridad, ignorando que, tal vez, el nacimiento de Carmela, ha disipado las dudas que aun le podían quedar a Sara, o, -lo que es más probable conociéndola-, que él planifica y ella decide. Cuando nos lo dijeron, pensamos que era un “turquito”, engendrado en su reciente viaje a Turquía. Pero no; es extremeño, (o extremeña, pronto la ecografía lo dirá). Superada la sorpresa y la alegría de la noticia, (alegría exteriorizada de forma mucho más expresiva por Lourdes que por mí, como es lógico conociéndonos), el primer sentimiento es de preocupación y el segundo de felicidad. Según pasen los días, los análisis, las ecografías, etc., seguro que el primero se disipa y el segundo ocupa el lugar que le corresponde.
La suerte de tenerla tan cerca, (de verla a diario yo), estoy seguro que nos va a permitir disfrutar, vivir el embarazo, como no hemos podido vivir el de Marta. Quien más disfrutará de esta circunstancia, estoy seguro, será Lourdes en quien Sara va a tener, como en tiempos pretéritos, la ayuda, el apoyo y el cariño que necesite. Y más.
Aviso a navegantes sevillanos/cordobeses: Hasta el miércoles 12, hay miembros de la familia que no conocerán la noticia; así que: Sin comentarios fuera del blog.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tremendo !!! otra saruca al mundo es algo magnífico.

Muchos besos.

Juan.