La lectura del Decreto publicado hoy en el DOE, por el que se
modifican la denominación, el número y las competencias de las Consejerías de
la Junta de Extremadura, pone de manifiesto, en mi opinión, que Guillermo
Fernández Vara se ha quedado corto a la hora de decidir reducir a cinco las
Consejerías que tendrán que gestionar todas las competencias de la Comunidad
Autónoma y planificar y ejecutar las distintas políticas.
La consecuencia es, al menos, que a Santos Jorna se le pone al
frente de una macro Consejería que seguramente daría para dos; una encargada de
la Política Agraria y el Desarrollo Rural y Local, y otra encargada de la
Ordenación del Territorio, las Infraestructuras y el Medio Ambiente.
En cambio, reunir en una Consejería todas las competencias
relacionadas con la Economía y el Desarrollo Productivo y Empresarial
(Economía, Industria, Energía, Comercio y Turismo) me parece un acierto, aunque
a esa Consejería, a cuyo frente estará José Luis Navarro, creo que le sobra en
el nombre lo de "Infraestructuras, sobre todo cuando solo se le adscriben
las hidráulicas que podrían perfectamente encajar junto al resto de
infraestructuras en la de Ordenación del Territorio.
Supongo que con el nombramiento de Secretarios y Directores
Generales se desarrollará esta concentración, pero creo que un Consejo de
Gobierno de seis Consejer@s ejecutiv@s mas la Consejera Portavoz, hubiese dado
algo de mas racionalidad a la estructura de la Junta de Extremadura.
Es solo una opinión;
quién tiene la responsabilidad es
quien ha decidido lo que considera mejor para gobernar. Que tenga suerte.
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