domingo, 27 de abril de 2008

Colchones ensangrentados

La liberación de los tripulantes del pesquero Playa del Bakio, al parecer, tras el pago del rescate a los piratas, la presencia de Alonso en el Gran Premio de Montmelo, la posibilidad de que el Madrid se proclamara campeón de liga, son algunas de las noticias que han robado espacio y protagonismo en los medios de comunicación al trágico incendio que ha acabado con la vida de 55 trabajadores (mujeres y niñas entre ellos) de una fábrica de colchones en Casablanca (Marruecos) y, sobre todo, a las condiciones del local que han impedido la fuga de quienes allí desarrollaban su trabajo: Puertas bloqueadas y ventanas con rejas para impedir, según indica el comandante regional de protección civil, robos de materias primas.
Por supuesto, hay que husmear entre algunas noticias de agencia, para encontrar referencias a las condiciones laborales en las que desarrollaban su trabajo los 400 asalariados de la fábrica: Ausencia de alta en la seguridad social, salarios de 350 dirhan (30 euros) semanales, subcontratas, menores, etc. De la empresa, solo se da el nombre: Rosamor Ameublements, sin ningún dato que permita seguir una pista que, seguramente, llevará a alguna empresa europea que, aprovechando las condiciones que el país alauita ofrece, ha deslocalizado su actividad.
A partir de ahora, al comprar un colchón o acostarnos en la cama de un hotel, habrá que mirar debajo por si hay alguna mancha de hollín del incendio, o de sangre marroquí, o alguna etiqueta del tipo “made in Morocco”.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Saludos.
Mis mejores deseos para este tu blog.
Como dices en ti primera entrada, te he detectado.
Recibe un cordial saludo.

Anónimo dijo...

Me parece una reflexión necesaria, y no sólo aplicable a Marruecos, por desgracia. En España deberíamos avergonzarnos por la cantidad de trabajadores muertos, y porque no pase nada, no se publique nada, los sindicatos no hagan absolutamente nada. A nadie le importa.
En fin, creo que es indignante. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Cuando sale una noticia así nos caemos del guindo. "¿Cómo es posible que pasen estas cosas? ¡Qué horror! ¡Cuánta maldad!" No seamos inocentes. El consumo basura (que como la comida basura es barato, sabe bien y parece que alimenta) sólo puede sostenerse sobre la explotación. Sólo así se explica que haya multinacionales que ofrecen productos de gama baja, a precios tirados, y sin embargo siguen asegurándose enormes beneficios. Todos contentos, la empresa gana, y nosotros ganamos. Alguien tiene que perder, pero preferimos comprar y mirar para otro lado. Si no, el tenderete se cae. La teoría del balancín de Brecht necesita que el que está arriba no mire al de abajo, sino que mire al cielo.

Anónimo dijo...

Noticias de sucesos que pongan en entredicho el sistema capitalista o explotador globalizado no interesan, interesan los sucesos que nos hagan pensar que necesitamos el sistema para protegernos, que nos dé más seguridad, como robos, atentados, etc., en fin, siempre nos quedan las noticias de deportes.