Fidel, el Comandante Fidel, no se retira, aunque da un paso, no se si atrás o al lado, anunciando que no aspirará ni aceptará el cargo de Presidente del Consejo de Estado y Comandante en Jefe.
Resulta interesante leer sus reflexiones, cosa que he hecho accediendo a la Web del Diario Granma en las que, incluso, aparece su firma y la hora en que terminó de escribirlas.
Resulta interesante leer sus reflexiones, cosa que he hecho accediendo a la Web del Diario Granma en las que, incluso, aparece su firma y la hora en que terminó de escribirlas.
(http://www.granma.cubaweb.cu/2008/02/19/nacional/artic03.html).
Tras afirmar, a modo de justificación, que siempre dispuso de las prerrogativas necesarias para llevar adelante la obra revolucionaria con el apoyo de la inmensa mayoría del pueblo, explica lo difícil que le ha resultado tomar una decisión, que le incomodaba especialmente por lo que agradaría a “un adversario que hizo todo lo imaginable por deshacerse de mí”. Finalmente, ante la evidencia de que no tiene las condiciones físicas necesarias para seguir ocupando la responsabilidad que ha venido ocupando desde hace décadas, anuncia una decisión que, según justifica, había insinuado en los últimos meses.
Tras poner de manifiesto que su reemplazo debe ser asumido por cuadros de la vieja y de la nueva guardia, a quienes da algunos consejos, finaliza sus reflexiones anunciando su determinación de seguir combatiendo como un soldado de las ideas, con su escritura como un arma mas del arsenal con la cual se podrá contar, y con un generoso: “Seré cuidadoso”.
Aunque aparentemente quiere resistirse, parece que ha llegado el momento, aprovechando la canción que, para otro Comandante, escribió Carlos Puebla, de decirle al Compañero Fidel:
Aquí se queda la clara, la entrañable transparencia de tu querida presencia; seguiremos adelante, como junto a ti seguimos. Hasta siempre Comandante
Tras afirmar, a modo de justificación, que siempre dispuso de las prerrogativas necesarias para llevar adelante la obra revolucionaria con el apoyo de la inmensa mayoría del pueblo, explica lo difícil que le ha resultado tomar una decisión, que le incomodaba especialmente por lo que agradaría a “un adversario que hizo todo lo imaginable por deshacerse de mí”. Finalmente, ante la evidencia de que no tiene las condiciones físicas necesarias para seguir ocupando la responsabilidad que ha venido ocupando desde hace décadas, anuncia una decisión que, según justifica, había insinuado en los últimos meses.
Tras poner de manifiesto que su reemplazo debe ser asumido por cuadros de la vieja y de la nueva guardia, a quienes da algunos consejos, finaliza sus reflexiones anunciando su determinación de seguir combatiendo como un soldado de las ideas, con su escritura como un arma mas del arsenal con la cual se podrá contar, y con un generoso: “Seré cuidadoso”.
Aunque aparentemente quiere resistirse, parece que ha llegado el momento, aprovechando la canción que, para otro Comandante, escribió Carlos Puebla, de decirle al Compañero Fidel:
Aquí se queda la clara, la entrañable transparencia de tu querida presencia; seguiremos adelante, como junto a ti seguimos. Hasta siempre Comandante
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