lunes, 27 de junio de 2016

Fracaso


Que Rajoy ha ganado las elecciones es indudable, aunque aun tendrá que vencer importantes dificultades para formar gobierno. Resulta difícil entender que -con el sufrimiento que han causado a muchos españoles, con el estropicio que han provocado en nuestro Estado de Bienestar, con la corrupción que han albergado y albergan en su seno-, cerca de ocho millones de españoles le hayan vuelto a dar su confianza, pero lo han hecho y hay que ser respetuosos con ellos.
Pablo Iglesias y Podemos sacrificaron tras el 20D un gobierno de cambio, reformista, ante la posibilidad que le apuntaban las encuestas de convertirse en la primera fuerza de la izquierda. Por eso propiciaron la “segunda vuelta” en la que pensaban era posible el “desempate”.  Iglesias pasó del “Que se queden la bandera roja y nos dejen en paz”, dirigido a IU, a la coalición con ellos pensando solo en el millón de votos que le permitiría reclamar la primogenitura de la izquierda tras superar en votos al PSOE, como vaticinaban las encuestas. Hoy han sacado los mismos escaños y menos votos que entonces. El corazón no ha funcionado, ¿o si? 
Ciudadanos ha pagado su acuerdo con el PSOE con la devolución de votos y sobre todo escaños al PP, fracasando en su intento de convertirse en el referente del centro derecha moderada y renovadora. Ahora se enfrentan a la difícil tesitura de permitir el gobierno de Rajoy.
¿Y el PSOE? Han obtenido los peores resultados de la historia democrática de España; han borrado del mapa el color rojo en todas y cada una de las circunscripciones, incluidas las irreductibles andaluzas y extremeñas, y, aun así, festejan que siguen siendo la primera fuerza de la izquierda y que podrán seguir liderando la oposición, culpando a Podemos de su situación, olvidando que es la deriva de muchos años la que les ha llevado a ella. Aunque los barones y la baronesa andaluza no están para imponer mucho, Pedro Sánchez seguramente tendrá que permitir el gobierno del PP, salvo que Podemos aceptase, cosa bastante improbable, un gobierno reformista/progresista, que sacara a Rajoy de la Moncloa y abriera una nueva transición en España.

En fin, tras el fracaso post 20D, hoy mas fracasos. De todos, salvo Rajoy que ha aguantado contra viento y marea. Los ciudadanos hemos hablado; ahora, de nuevo, los responsables políticos tendrán que interpretar lo que le hemos dicho. ¿Serán capaces? Veremos.

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